De muy chico habian tres cosas que me encantaban. Una de ellas: Sentarme por horas sobre el suelo de la sala de mayolicas de tonos marrones, que ahora recuerdo algo psicodelicos. La segunda subir al piso de arriba del duplex chalaco que me encantaba, para mirar el cielo, las gruas del puerto, sentir el aire marino y girar con los brazos extendidos como un reloj.
De vuelta sobre las mayolicas marrones escuchaba los discos que mi madre colocaba mientras ordenaba nuestras vidas, yo imaginaba como se verian mas que aceptables a la hora de recibir visitas. Sentado frente a un gran tocadiscos escuchaba a Shocking Blue, The Beatles, Santana, Timi Yuro, Gene Pitney entre otros. Mi madre se preocupaba en hacerme sentir cómodo y me alcanzaba los cojines de un sillon y yo iva poniendo uno sobre otro como una gran torre hasta que mi precaria construcción quebraba por la gravedad que me devolvía a las mayolicas sobre las que rodaba mientras los colores y la música embebian mis sentidos en deliciosas definiciones de psicodelia e inocente placer.
La tercera cosa que mas me gustaba era ese dispositivo que parece venido como un milagro para la generacion de madres que tuvieron que ocuparse solitas de sus crios, sin que nadie encuentre mucho tiempo para perder por ellas, y tuvieron que recurrir a la niñera television.En el 84 que llegue a este mundo, para entonces los peinados eran bien diferentes, la ropa y ahora que lo pienso hasta la forma de andar de la gente. Hoy por hoy soy un rockero empedernido, me entrego a la vibracion de los audifonos y me pierdo hasta que acaba la cancion, han habido veces que el paradero me ha importado poco, pero tampoco he aprendido esa mala mania de llegar tarde lo que a veces pasa es que los otros a veces me esperan por llegar muy pronto.
Seguramente he tenido algun que otro gusto que no he contado, pero los mencionados de una forma u otra son los que mejor me definen. Ademas tengo que decir algo a mi favor. La television fue cambiada por la computadora. Y espero no aprender a desperdiciarme tambien en ella.
En el 84 que llegue a este mundo, para entonces los peinados eran bien diferentes, la ropa y ahora que lo pienso hasta la forma de andar de la gente. Hoy por hoy soy un rockero empedernido, me entrego a la vibracion de los audifonos y me pierdo hasta que acaba la cancion, han habido veces que el paradero me ha importado poco, pero tampoco he aprendido esa mala mania de llegar, tarde lo que pasa es, que a veces me esperan por llegar muy pronto y no tomar las cosas con calma.
Seguramente he tenido algun que otro gusto que no he contado, pero los mencionados de una forma u otra son los que mejor me definen. Ademas tengo que decir algo a mi favor. La television fue cambiada por la computadora.
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